20 jul 2016

Palacio de los Normandos y su Capilla Palatina

Detalle de la Sala de Ruggero del Palacio de los Normandos de Palermo _ Italia

El Palacio de los Normandos de Palermo, o Palacio Real como también se le suele llamar, es la sede del Parlamento de Sicilia, en Italia. Su construcción, como palacio de gobierno, se hace remontar a la primera etapa del periodo árabe de Sicilia (827-910), durante la cual la isla estaba a cargo de un gobernador nombrado por el emir aglabí de Kairuán. A partir del año 1130, después de ser Palermo conquistada por los Normandos, el conde Ruggero I mandó reformar el edificio árabe y le confirmó como sede de gobierno. Al ser nombrado su hijo Ruggero II rey de Sicilia, el edificio árabe-normando se convirtió en palacio real.


En la primera planta se halla la Capilla Palatina, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad el 3 de junio de 2015. De estilo gótico normando y construida por Roger II en 1192, esta pequeña capilla de tres naves posee unas medidas de 33 metros de largo y trece de ancho.

La Capilla Palatina es una joya del arte y de la arquitectura medieval que, exaltando las peculiaridades del arte normando (el sincretismo y la conmixtión de los estilos árabe, bizantino y románico) ha producido éxtasis y maravilla en los visitantes de todas las épocas siguientes.




La Sala de Ruggero es un triunfo de mosaicos que revisten las paredes, los bajoarcos y las bóvedas con figuras de plantas, animales y motivos ornamentales típicos de la tradición islámica.






13 jul 2016

Un paso más...


Agnieszka Lorek


Y caminan las palabras sobre la huella de un silencio
y anida en la memoria el trino de tantas nostalgias
me sabe a lluvia el desierto perdido de mis labios
me crece en la penumbra las espinas de mi alma
y es acuarela viva la que desnuda mis instantes
y es albo el lienzo de toda esperanza en esta vida
me nace un verso como he parido quimeras
me muere el miedo ahí donde fenecen quebrantos
y me grita la vida que puedo amarla
y me susurra la espera que puedo alcanzarla
me resta un paso… para volverme poesía.

Diego López