23 oct 2017

Pax

Nazaret Sanchez Rodriguez


Hoy puedo estar contigo. He deseado
para ti todo el bien y me acompaña
la bondad del amor. A ti te debo
gozar en soledad la compañía
más difícil del hombre, la que tiene
consigo mismo. No me causa miedo
reconocerme, ni busco a nadie, no.
Le has dado a mi semblante sin saberlo
una luz interior que me hace fuerte,
para vencer mayores soledades.

Manuel Altolaguirre

22 oct 2017

Oriónidas 2017

Anoche fue el pico de observación para esos trocitos del Halley, pero quedan unos días para seguir disfrutándolo. Eso sí, aprovisionarse ya de una mantita y alejarse del mundanal ruido.




¿Y qué?



«Feliz. Solo con mis pantalones cortos, descalzo, el pelo alborotado, junto al fuego, cantando, bebiendo vino, escupiendo, saltando, correteando -¡esto sí que es vida!- Completamente solo y libre en las suaves arenas de la playa con los suspiros del mar cerca y las titilantes y cálidas estrellas, vírgenes de Falopio, reflejándose en el vientre fluido del canal exterior. Y si las latas están al rojo vivo y no puedes cogerlas con la mano, usa tus viejos guantes de ferroviario; con eso basta. Dejé que la comida se enfriara un poco para disfrutar un poco más del vino y de mis pensamientos. Me senté con las piernas cruzadas sobre la arena e hice balance de mi vida. Bueno, allí estaba, ¿y qué?»

Jack Kerouac
Los Vagabundos del Dharma

Jack Kerouac (rare footage) / Cat Power - Good Woman


21 oct 2017

Necesaria soledad

Mónica Denevan

«La soledad, si bien puede ser silenciosa como la luz, es, al igual que la luz, uno de los más poderosos agentes, pues la soledad es esencial al hombre. Todos los hombres vienen a este mundo solos y solos lo abandonan.»

Thomas De Quincey (1785-1859) Escritor inglés.

16 oct 2017

Todo es cíclico...


Gil de Biedma escribió estos versos allá por 1959. Si no fuera por ese detalle, podría pensar que los escribió estos primeros días de octubre de 2017.


15 oct 2017

El otoño se acerca

E. J  Paprocki


El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.

Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.

Y lo perdimos para siempre.


Ángel González