30 sept 2014

Así sonaría...



Música de cámara

I

Si pudiera tener su nacimiento
en los ojos la música, sería
en los tuyos. El tiempo sonaría
a tensa oscuridad, a mundo lento.

Mezclas la luz en el cristal sediento
a intensidad y amor y sombra fría.
Todavía silencio, todavía
el sonido no tiene movimiento.

Pero llega un relámpago; se anudan
en los ojos lo bello y lo potente.
La fría sombra se convierte en fuego.

La belleza y el ansia se desnudan.
La música se eleva transparente.
Oh, sonido de amor, déjame ciego.

II

Yo, sin ojos, te miro transparente.
En la música estás, de ella has nacido;
de este grito de luz, de este sonido
a mundo amado luminosamente.

Y yo escucho después —agua creciente—
a la música en ti: todo el latido,
todo el pulso del aire convertido
a tu belleza, a tu perfil viviente.

Tumba y madre recíproca, del canto
orientas a tus venas la agonía,
y tus ojos asumen su potencia.

Oh prisión de la luz, después de tanto,
ya veo en el silencio: la armonía
es tu cuerpo, tu amada consistencia.

Antonio Gamoneda, de “Sublevación inmóvil”





23 sept 2014

Otoño

Después de unos días en los que no me apetecía plasmar nada aquí, vuelvo hoy para "celebrar" el equinoccio de otoño. Bueno, ya sé que se celebró anoche, pero más vale un pelín tarde...

Como sabréis, el equinoccio de otoño sucede cuando el Sol cruza el Ecuador, en el que el día tiene la misma duración que la noche. En la cultura pagana se le llama "Mabon" por la reina celta de las hadas, Mab. Esta festividad representa la cosecha. La promesa hecha en el verano convertida en realidad. La madre tierra dando a sus hijos los nutrientes y la abundancia, los elementos necesarios para sobrevivir al invierno por venir. Pero al mismo tiempo, simboliza la concepción de la muerte de las plantas convirtiéndose en renacimiento a través del misterio de las semillas. Ale, todo eso en un solo día.

Se suele representar por la abundancia de la cosecha, como la imagen que te mando, es una de mis favoritas de Mab, aunque las hay de todo tipo.



También es el día en que el Dios de la luz es vencido por su gemelo, el Dios de la oscuridad, la única época en la que la noche vence al día. Y la Diosa se compadece del sol que se debilita aunque el fuego de su propio ser quema dentro de su vientre, esperando renacer en primavera. 

Como dato histórico, los campesinos europeos festejaban Mabón el 25 de septiembre y la Iglesia medieval cristianizó la celebración bajo el nombre de Michaelmas, la fiesta del arcángel Miguel o fiesta de la cosecha. La fiesta empezaba al anochecer del día anterior, pues los celtas marcaban los días del anochecer al amanecer del siguiente día.

En esta fiesta los campesinos celebraban la última cosecha y daban gracias por todo lo recogido, pidiendo una buena cosecha para el próximo año. Es tiempo de descansar luego de la ardua tarea realizada, un momento de mirar hacia atrás, reflexionando sobre los esfuerzos del pasado y alegrándonos por un trabajo bien hecho. Es típico que junto con la cosecha, se recojan las semillas que contienen la promesa de la nueva vida en primavera; es el misterio de la vida en la muerte.

Y ahora sí.... ¡paganismo! Un trocito de las invocaciones a los Dioses en esta festividad.



Las hojas caen, Los días se hacen fríos.

La Diosa echa su manto de Tierra a Su alrededor
mientras Tú, Gran Dios del Sol, navegas hacia el Oeste
hacia las tierras de encanto eterno arropado en el frío de la noche.
Las frutas maduran, las semillas caen,
las horas del día y la noche se equilibran.
Los fríos vientos soplan desde el Norte, aullando lamentos
En esta aparente extinción de los poderes de la naturaleza,
Diosa Bendita, sé que la vida continúa.
Porque la primavera es imposible sin la segunda cosecha
tanto como la vida es imposible sin la muerte
Bendiciones a ti, Dios Caído, mientras viajas hacia
las tierras del invierno y a los amantes brazos de la Diosa


Graciosa Diosa de toda la fertilidad,
corté y coseché el fruto de mis acciones, buenas y malas
Dame el coraje para plantar semillas de alegría y amor
en el año venidero, eliminando la miseria y el odio.
Enséñame los secretos de la sabia existencia en éste planeta
luminaria de la noche!


Doy gracias a los Dioses
por los frutos de esta cosecha.
Cuando disfrutemos de los frutos de nuestras labores, 
la cosecha de nuestras vidas, no olvidemos nunca
a los que no son tan afortunados. 
Ofrecemos aquí una porción de nuestra fortuna
para los lugares donde más falta haga. Que así sea.
Que el Señor y la Señora bendigan estas ofrendas


Por si aún no se os ha arrugado el entrecejo, una imagen del típico "altar" que se prepara para la celebración de Mabón. 



Y como melodía... este evocador álbum de J. M. Quintana Cámara, "Feelinks"






¡Feliz Mabón!



16 sept 2014

Las más singulares



Las tres palabras más extrañas

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.

Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.

Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.

Wislawa Szymborska

12 sept 2014

Animalicos juntando cabezas IV





Para vivir...



"No leemos y escribimos poesía porque es bonita; 
leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana 
y la raza humana está llena de pasión.
La medicina, el derecho, el comercio y la ingeniería, son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida...

Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor, son cosas que nos mantienen vivos..."


(El club de los Poetas Muertos)

9 sept 2014

Natural...

La felicidad es la ausencia del esfuerzo por la felicidad. Chuang-Tzu

4 sept 2014

Estoy mirando la luna...



La luna se puede tomar a cucharadas 
o como una cápsula cada dos horas. 
Es buena como hipnótico y sedante 
y también alivia 
a los que se han intoxicado de filosofía. 
Un pedazo de luna en el bolsillo 
es mejor amuleto que la pata de conejo: 
sirve para encontrar a quien se ama, 
para ser rico sin que lo sepa nadie 
y para alejar a los médicos y las clínicas. 
Se puede dar de postre a los niños 
cuando no se han dormido, 
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos 
ayudan a bien morir. 

Pon una hoja tierna de la luna 
debajo de tu almohada 
y mirarás lo que quieras ver. 
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna 
para cuando te ahogues, 
y dale la llave de la luna 
a los presos y a los desencantados. 
Para los condenados a muerte 
y para los condenados a vida 
no hay mejor estimulante que la luna 
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines