La Chapeliere Folle
"No solamente irradiaba juventud, no. Irradiaba pasión y orgullo, la conciencia soberana de unos sentimientos incondicionales. No he conocido a ninguna otra persona que fuera capaz de responder así, de una manera tan plena, a todo lo que el mundo y la vida le daban: a la música, a un paseo matutino por el bosque, al color y al perfume de una flor, a la palabra justa y sabia de otra persona. Nadie sabía tocar como ella una tela exquisita o un animal, de esa manera suya que lo abarcaba todo. No he conocido a nadie que fuera capaz de alegrarse como ella de las cosas sencillas de la vida: personas y animales, estrellas y libros, todo le interesaba, y su interés no se basaba en la altivez, en la pretensión de convertirse en experta, sino que se aproximaba a todo lo que la vida le daba con la alegría incondicional de una criatura que ha nacido al mundo para disfrutarlo todo. Como si estuviera en conexión íntima con cada criatura, con cada fenómeno del universo... ¿comprendes lo que quiero decir? Claro, seguramente lo comprendes. Era directa, espontánea y ecuánime, y también había en ella humildad, como si sintiera constantemente que la vida es un regalo lleno de gracia."
Sándor Márai
No hay comentarios:
Publicar un comentario