23 nov 2016

Teje en tu hilo...

"La tejedora". Johannes Vermeer


Tarde de lluvia en que se agravan
al par que una íntima tristeza
un desdén manso de las cosas
y una emoción sutil y contrita que reza.

Noble delicia desdeñar
con un desdén que no se mide,
bajo el equívoco nublado:
alba que se insinúa, tarde que se despide.

Sólo tú no eres desdeñada,
pálida que al arrimo de la turbia vidriera,
tejes en paz en la hora gris
tejiendo los minutos de inmemorial espera.

Llueve con quedo sonsonete,
nos da el relámpago luz de oro
y entra un suspiro, en vuelo de ave fragante y húmeda,
a buscar tu regazo, que es refugio y decoro.

¡Oh, yo podría poner mis manos
sobre tus hombros de novicia
y sacudirte en loco vértigo
por lograr que cayese sobre mí tu caricia,
cual se sacude el árbol prócer
(que preside las gracias floridas de un vergel)
por arrancarle la primicia
de sus hojas provectas y sus frutos de miel!

Pero pareces balbucir,
toda callada y elocuente:
«Soy un frágil otoño que teme maltratarse»
e infiltras una casta quietud convaleciente
y se te ama en una tutela suave y leal,
como a una párvula enfermiza
hallada por el bosque un día de vendaval.

Tejedora: teje en tu hilo
la inercia de mi sueño y tu ilusión confiada;
teje el silencio; teje la sílaba medrosa
que cruza nuestros labios y que no dice nada;
teje la fluida voz del Ángelus
con el crujido de las puertas;
teje la sístole y la diástole
de los penados corazones
que en la penumbra están alertas.

Divago entre quimeras difuntas y entre sueños
nacientes, y propenso a un llanto sin motivo,
voy, con el ánima dispersa
en el atardecer brumoso y efusivo,
contemplándote, Amor, a través de una niebla
de pésame, a través de una cortina ideal
de lágrimas, en tanto que tejes dicha y luto
en un limbo sentimental.

Ramón López Velarde

Ludovico Einaudi - Experience


22 nov 2016

Dulce imaginación a la carta



Matteo Stucchi es un chef pastelero de Monza, Italia, que crea mundos en miniatura con postres y pequeñas figuras. Su trabajo se basa en la idea de que el aspecto de un postre es tan importante como su sabor, dejando rienda suelta a su imaginación y creatividad.






21 nov 2016

La voz del viento



Búscame en ti. La flecha de mi vida
ha clavado sus rumbos en tu pecho
y esquivo entre tus brazos el acecho
de las cien rutas que mi paso olvida.

Despójame del ansia desmedida
que abrasaba mi espíritu en barbecho.
El roce de tus manos ha deshecho
la audacia de mi frente envanecida.

Navegaré en tus pulsos. Dicha inerte
del silencio total. Ávida muerte
donde renacen, tuyos, mis sentidos.

Ahoga entre tus labios mi tristeza,
y esta inquietud punzante que ya empieza
a taladrar mi sien con sus latidos.

Ernestina de Champourcin


20 nov 2016

Allá lejos...



Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda


19 nov 2016

Laberinto

"Into the labyrinth", Rob Gonsales

Condenada a ser sombra de tu sombra,
a soñar con tu nombre en cada madrugada.
Por la ventana abierta un olor errabundo
de vida, -¿y tú en que calle?-
un temblor en la luz,
el llanto de algún niño.
Y tus ojos cerrados,
o tus ojos abiertos como dos golondrinas,
y tu mano en el agua o tu mano en tu pelo
o tu mano en el aire con su triste blandura,
-¿y en qué calle tus pasos?-
y yo en sueños atada al hilo de tus sueños,
condenada a ser sombra de tu sombra,
a soñar con tu nombre en cada madrugada.

Piedad Bonnett


18 nov 2016

Algunas maneras de ensayar el adiós



1
Cada latido,
pendular, descalzo, regresa al universo.

2
Somos lo que no vemos.
Somos lo que ignoramos. La sombra es la única constancia
del aún estar después de haber huído.

4
Amo
el temblor radiante de mi propia intemperie.

5
La desnudez
fue siempre mi guarida secreta.

6
Costó tanto
inventarse, cavarse, mutilarse,
antes de regresar al fondo del espejo.

10
Lo importante es la sed.
Ser un mismo desierto.

13
Fascina
Este límite
Donde el haber vivido se desprende
como la piel de una serpiente.

18
Sí,
las heridas son el mejor manuscrito.

32
Envejecer es esto,
recordar vagamente la piel de los amantes.

37
Sólo creo
en los ángeles heridos,
en su examen de luz en los infiernos.

38
La duda es un extraño paraíso
donde Dios puede al fin dejar de ser eterno.

42
Amo secretamente el casos que me ama.

44
Es difícil morir.
Más difícil aún saber si estamos vivos.

Ana Emilia Lahitte - Argentina

17 nov 2016

Tiempo de Leónidas

1833. Nueva Orleans

Una vez más, la Tierra cruza la órbita del cometa 55P/Tempel-Tuttle. Algunos de sus “escombros” se quemarán por fricción en la atmósfera terrestre, y nosotros podremos disfrutar de hermosas estrellas fugaces y algún que otro bólido. Es la lluvia de estrellas de las Leónidas.

El cometa precursor pasa cerca del Sol cada 33 años, y su núcleo tiene tan sólo unos 2 km de diámetro. Sus restos dan lugar a meteoros muy brillantes y extremadamente rápidos (70 km/s), con vistosos bólidos que dejan tras de sí una impresionante estela verdosa. Pero su abundancia/frecuencia es muy variable: cuando hace poco que el cometa ha pasado cerca del Sol, puede ser increíblemente activa, dando lugar a una auténtica tormenta de meteoros. Es famosa la que tuvo lugar en el año 1833, sobre la que existen numerosos registros y que ilustra el grabado del post.

Este año 2016 las previsiones no son tan buenas: en el máximo, previsto para el día 17 (hoy) al mediodía español, se esperan tan sólo 10-15 meteoros por hora. Además, la presencia de una luna casi llena –recordemos la “superluna” del pasado lunes- iluminará el cielo y dificultará su observación. 

No obstante, siempre puede haber alguna sorpresa: todo el que haya tenido la suerte de ver un bólido, sabe a lo que me refiero. Así que para todo aquel que se anime, recordarles que el mejor momento para hacerlo es a partir de la medianoche de hoy (que es cuando sale el radiante de la lluvia, en la constelación de Leo), y preferiblemente en los momentos previos al amanecer. Recordad también que se pueden observar leónidas hasta final de mes, aproximadamente.

Mucha suerte a todos, y feliz caza del meteoro.

Vía: Planetario de Madrid