...para acompañar al Dr. Livingstone en su búsqueda de las Fuentes del Nilo. ¿Qué me dices, te apuntas?
Brendon Burton
"Y poco después, Ackronnion volvió a cantar en el palacio selvático de la Reina de los Bosques, no sin antes haberse bebido las lágrimas de su cuenco de ágata. Y fue una noche de fiesta, y toda la corte se congregó allí, y los embajadores del país del mito y la leyenda, e incluso algunos procedentes de Terra Cognita. Y Ackronnion cantó como nunca lo había hecho antes y ya no volverá a hacerlo. ¡Oh, cuán espinosas son las sendas de los humanos, cuán crueles sus contados días y su aflicción final, cuán vano su empeño! Y de la mujer... ¿qué diremos?... su perdición ha sido escrita junto a la del hombre por dioses apáticos, negligentes, con sus rostros vueltos a otras esferas.
Comenzó más o menos así y luego la inspiración le embargó. No me es posible poner por escrito la conflictiva belleza de su canción: había en ella mucha alegría, mezclada con dolor; era como las vidas de los humanos; como nuestro destino. La canción provocó sollozos, los suspiros volvían en forma de ecos: los senescales y los soldados sollozaban y las doncellas gritaban; las lágrimas caían como lluvia de balcón en balcón. Alrededor de la Reina de los Bosques había un frenesí de sollozos y pesares.
Mas no, ella no lloró."
Lord Dunsany (1878-1957)
No hay comentarios:
Publicar un comentario