Tenía el destino grabado en mi esencia,
los Dioses se ocuparon de ello.
Por muchas vueltas que haya dado,
a pesar de transitar por caminos equivocados,
aunque me haya despistado admirando el paisaje
o haya aceptado ser la invitada de algún dios menor.
A pesar de todo,
tenía mi destino grabado en la piel,
el mapa del tesoro que desde el cielo
escondieron para mí: Y eras Tú.
Atalanta Atlas
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