12 ago 2015

Remontada hasta el Sol



Hacia el final
la verdad de los otros era falsedad para mí;
la justicia de los otros, injusticia para mí;
sus razones para morir, mis razones para vivir;
sus razones para vivir, mis razones para morir;
habría matado a los que ellos habrían salvado,
y salvado a los que ellos habrían matado.
Y comprendí que un dios, si viniera a la tierra,
tendría que obrar de acuerdo con lo que viera y pensara,
y que no podría vivir en este mundo de hombres
y moverse entre ellos
sin choques continuos.
El polvo es para arrastrarse, el cielo para volar...
Por eso, oh alma con alas crecidas,
remóntate hasta el sol.


Edgar Lee Master


No hay comentarios:

Publicar un comentario