Hacía tiempo que esta entrada figuraba como pendiente, la belleza con el simple objetivo de la belleza.
Se trata de esculturas "criselefantinas" ¿por qué? Porque mezcla el oro, en griego "Chrysos", y el marfil, "elephantinos". No se trata, aunque pudiera parecerlo, de una técnica moderna, pues comenzó con grandes esculturas de culto del interior de los templos griegos. Para hacerse una idea, el gran Fidias fue uno de los escultores que utilizó esta técnica.
Lo más importante de esta técnica artística tan tan impactante es la destreza técnica de quien las realiza, que debe ser un maestro en la talla de marfil, de la madera, del mármol y de la fundición de bronce.
Las Bailarinas del Art Decó que traigo hoy son obra del maestro Chiparus.
En la Casa Lis de Salamanca hay una colección magnífica de estas preciosidades, dignas de salir padeciendo los síntomas del Síndrome de Stendhal.
Como melodía para acompañar tanta belleza....
La Sonata del Diablo, de Paganini, el violinista que hizo un pacto con el Maligno para tocar como los ángeles.
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