T. consideró hace algún tiempo que mi registro cinéfilo precisaba de un tratamiento de choque, por lo que se remangó y se puso manos a la obra con la faraónica tarea de plantar en nuestro jardín secreto las películas que tanto le gustan y significan para él (no soy la única a la que le chifla meterse en el barro).
Hoy traigo la primera que me recomendó y vimos espatarrados en el sofá (así lo viví yo), "Los profesionales", de 1966 y dirigida por Richard Brooks.
Se trata de una película en la que nadie gana, donde aparecen los perdedores que tanto le gustan a T., y cuenta la forma en que los seres humanos nos enfrentamos a la fetidez que terminan desprendiendo nuestros ideales. Cada uno lo hace de un modo.
Una película donde lo malo es bueno y lo bueno es malo. En medio, los mortales que nos manejamos como podemos, como los griegos con los caprichos de sus dioses. De igual modo, me confirmó algo que tengo asumido desde hace mucho, mucho tiempo, a saber: Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. Las apariencias suelen engañar si el traje es hecho a medida y la puesta en escena, coherente.
Después, nos habla de la pérdida de los ideales (ideales mochila, los de verdad quedan como un tatuaje indeleble y se ve en la película también), del desencanto (el romántico que se volvió un cínico), del amor (vivo o muerto, Lee por su esposa), la lealtad, el respeto (nunca había visto matar con más respeto que en la escena de Raza y el personaje de Burt)...y algo más pero me cuesta plasmar el batiburrillo que ronda por dentro...
La BSO, compuesta por Maurice Jarre, es magnífica y acompaña a la perfección, te puedes ver asaltando ese tren, cruzando el desierto o en medio de gritos de ¡Viva Villa!
Las interpretaciones, geniales. Tengo claro que T. sería el personaje de Burt Lancaster (como si lo viera) mientras que yo me identifico más con el personaje de Lee Marvin. Sólo falta preguntarle qué tal se le da eso de hacer volar cosas por los aires, aunque si cuenta cómo se carga mi autocontrol a su antojo, no se le daría nada mal.
Algunas frases para el recuerdo:
- "Tal vez sólo haya una Revolución, desde siempre, la de los buenos contra los malos. La pregunta es: ¿Quiénes son los buenos?"
- "La Revolución es como la más bella historia de amor. Al principio, ella es una diosa, una causa pura. Pero todos los amores tienen un enemigo: el tiempo" Al final resulta que Burt también es un romanticón vestido de cínico, uys, cómo me suena eso.....
- "Nos quedamos porque nos enamoramos. Nos vamos porque nos desencantamos. Regresamos porque nos sentimos solos. Morimos porque es inevitable."
- Ralph Bellamy (el marido de María y el malo malísimo de la película) a Lee Marvin: —Es usted un bastardo.
Y contesta Lee Marvin: —Sí, señor, pero en mi caso es un accidente de nacimiento, en cambio usted,... usted se ha hecho a sí mismo.
Y dos vídeos para compartir de esta obra maestra, arte en estado puro, una majestuosa flor para nuestro jardín, gracias a T.
La Revolución
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