La Puerta del Paraíso. Hay muchísimas referencias magníficas, preciosas de Cuatroccento, pero la Puerta del Paraíso aguardaba desde hace tiempo para tomar posesión de su lugar en este jardín. Y, al igual que Miguel Ángel, cuando llegue el momento en que tenga que cruzar al otro lado, me gustaría que fuera traspasando esas Puertas, pues su belleza es digna de abrir el Paraíso.
Pero... ¿qué es el Cuatroccento?
También se conoce como Bajo Renacimiento. El Cuatroccento es una corriente artística que brotó en el s. XV en Italia. Hasta entonces, en el gótico, que fue la corriente artística que le precedió, el gran mecenas fue la Iglesia. Pero a partir del s. XIV tardío y sobretodo el XV, los mecenas comenzaron a ser burgueses. Por ejemplo, en Florencia, que fue la ciudad que alcanzó la cota máxima de esplendor durante el s. XV, en el Renacimiento, fueron los gremios (de orfebres, de tejedores, de comerciantes...) los que sufragaban, ya que lo consideraban un deber y un honor para con su ciudad, el arte en sus distintas expresiones.
Las obras seguían teniendo un tema religioso pero los artistas no estaban tan coaccionados como les imponía la iglesia como mecenas. En el Gótico imperaba un sentimiento religioso importante, pero en el Renacimiento se volvió, en contraposición, al figurismo clásico, a rescatar las formas de los antiguos (Grecia, Roma) y se sustituyó el pensamiento religioso por un pensamiento más crítico y empírico. Por ejemplo, en el Gótico son famosas las altísimas torres de sus iglesias, se aspiraba a alcanzar a Dios con una mano, de ahí la verticalidad. En cambio, en el Renacimiento primaba la horizontalidad y, sobretodo, la belleza. No tanto la historia a contar si no cómo se contaba la historia.
La Puerta del Paraíso
Es obra de Lorenzo Ghiberti, maestro de maestros, ya que por su taller pasaron, por ejemplo, Donatello o Firalete. Fue competidor y amigo de Brunelleschi. La segunda puerta, que es la que iba, en principio, ubicada frente a Santa María de las flores, fue un concurso del Gremio de Calimala (comerciantes que vendían telas extranjeras) que le ganó a Brunelleschi, al renunciar este al premio, con igualdad de méritos. Los responsables del Gremio quedaron tan contentos con la segunda puerta, que, a la hora de encargar la construcción de la tercera puerta, se la adjudicaron sin concurso.
Como curiosidad, en un principio, esa Puerta, que era la tercera puerta del baptisterio de San Juan, estaba destinada a la zona norte del edificio, en una entrada secundaria. Pero cuando el Gremio de Calimala, que fue quien la encargó, la vio, la decisión fue unánime y se ordenó su colocación frente a la Catedral de Santa María de las flores, que es la Catedral por excelencia del Renacimiento italiano.
A mediados del s. XX hubo unas inundaciones terribles que azotaron Florencia y la Puerta hubo de ser retirada para ser restaurada, colocándose una copia en su lugar. En 2012 se volvió a colocar en su lugar, pudiéndose admirar en todo su esplendor.
Es obra de Lorenzo Ghiberti, maestro de maestros, ya que por su taller pasaron, por ejemplo, Donatello o Firalete. Fue competidor y amigo de Brunelleschi. La segunda puerta, que es la que iba, en principio, ubicada frente a Santa María de las flores, fue un concurso del Gremio de Calimala (comerciantes que vendían telas extranjeras) que le ganó a Brunelleschi, al renunciar este al premio, con igualdad de méritos. Los responsables del Gremio quedaron tan contentos con la segunda puerta, que, a la hora de encargar la construcción de la tercera puerta, se la adjudicaron sin concurso.
La Puerta del Paraíso era la tercera puerta del Baptisterio de San Juan de Florencia. Un baptisterio es el recinto donde se lleva a cabo el bautismo de los infantes. El Baptisterio de San Juan estaba reservado para los nacidos en Florencia.
Se llama Puerta del Paraíso porque cuando Miguel Ángel la vio por primera vez dijo: "Es demasiado hermosa, debería estar a las puertas del Paraíso", razón por la que se le conoce por ese sobrenombre.
Como curiosidad, en un principio, esa Puerta, que era la tercera puerta del baptisterio de San Juan, estaba destinada a la zona norte del edificio, en una entrada secundaria. Pero cuando el Gremio de Calimala, que fue quien la encargó, la vio, la decisión fue unánime y se ordenó su colocación frente a la Catedral de Santa María de las flores, que es la Catedral por excelencia del Renacimiento italiano.
A mediados del s. XX hubo unas inundaciones terribles que azotaron Florencia y la Puerta hubo de ser retirada para ser restaurada, colocándose una copia en su lugar. En 2012 se volvió a colocar en su lugar, pudiéndose admirar en todo su esplendor.
La puerta mide poco más de 5 m de altura por algo más de 3 metros de ancho. Está realizada en bronce fundido sobre dorado. Cuenta la historia que le dieron carta blanca desde el Gremio de Calimala para que contara la historia (escenas del Antiguo Testamento) como quisiera, ya que en la segunda puerta le indicaron el número de paneles y los pasajes del Antiguo Testamento que debía plasmar. De las 28 iniciales, lo redujo a 10 paneles. Está diseñado para que, si miras de arriba a abajo y de izquierda a derecha, veas la historia del Antiguo Testamento.
El primer panel cuenta la historia de Adán y Eva en el paraíso, desde que Dios los creó hasta que los expulsó.
El tercero, Noé y su Arca de la alianza.
El cuarto, la historia de Abraham.
El quinto, Isaac con Esaú y Jacob.
El sexto, José.
El séptimo, Moisés.
El octavo, Josué.
El noveno, David y Goliat.
Por último, el décimo, cuenta la historia de Salomón y la reina de Saba.
En los paneles, la sensación de profundidad se consigue por la combinación de escenas en alto y bajo relieve, con una espacialidad magistral. También aplicó los estudios de Brunelleschi sobre el claroscuro. Las escenas en primer plano resaltan lo suficiente como para que podamos apreciar no sólo su posición dentro de la composición, sino además la jerarquía de cada figura se sitúa de tal manera que las podemos observar en un campo de visión que va más allá y que es más profundo que la perspectiva de observación. Lo que más llama la atención es la articulación de las figuras más adelantadas con el fondo paisajístico de cada escena, en una continuidad espacial llena de sutiles matices logrados a base del relieve. También utilizó la técnica, que en aquel momento supuso una revolución, de la pintura plana. Lo que indica es que iba poniendo planos superpuestos sobre un trabajo maravilloso de orfebrería, con lo cual la profundidad y la perspectiva es real, parece que estás dentro de la escena.
Ghiberti alcanzó un gran reconocimiento, lo que le permitió algunas libertades artísticas. La puerta son 10 paneles y están rodeados de fornelas y motivos florales y animales, además de sibilas, ninfas y otros personajes mitológicos pero, además, "coló" un busto suyo y otro de su hijo, que fue su ayudante con la orfebrería.
Tardó 27 años en finalizar la Puerta del Paraíso y pienso que mereció la pena cada segundo que se empleó para crear esa maravilla.
De forma que, a la postre, tenía razón Miguel Ángel: si existiese el Paraíso, no sería necesario construirle una puerta en su entrada; bastaría con poner allí la que Ghiberti había elaborado para el baptisterio florentino, mostrando al mundo los nuevos cánones estilísticos de la escultura renacentista.
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