1 nov 2014

El Nacimiento de una Diosa

Para celebrar la poesía, la gravedad perfecta, la cosmología, para celebrar que hoy me han hecho feliz....se me ha ocurrido traer "El nacimiento de Venus", de Botticelli.



En este enlace del Art Project de Google se puede disfrutar de la pintura con todo lujo de detalles, casi lo más cercano a visitar la Galleria degli Uffizi.

https://www.google.com/culturalinstitute/asset-viewer/the-birth-of-venus/MQEeq50LABEBVg?projectId=art-project


Esta pintura está considerada como la primera pintura hecha en el Renacimiento pero con un tema exclusivamente secular, mitológico, porque hasta ese momento (esto es Quattrocento tardío, siglo XV, segunda mitad del siglo XV), aunque ya era propiamente Renacimiento, los temas religiosos estaban muy presentes en el arte, de ahí la importancia de esta obra, al tratar un tema exclusivamente mitológico por primera vez.

"El nacimiento de Venus" muestra el nacimiento de una Diosa, celebra la idea fundamental de la aparición de la belleza en la Tierra, un mito clásico que nos transporta a un mundo onírico, un mundo de poesía, en el que por vez primera se representó el cuerpo desnudo de la mujer para mostrar belleza. En ella están representados los tres elementos esenciales, la Tierra, el Aire y el Agua. 

En el cuadro vemos a la Diosa Venus transportada sobre las aguas subida en una concha gigantesca (por cierto la concha del peregrino, que en la Edad Media tan importante era). Venus está en el centro de la imagen. A la derecha (sí, es la derecha del cuadro) está el Viento del oeste, Céfiro, acompañado de su esposa Cloris, ninfa de la brisa, y a la izquierda de la imagen está Primavera, la hora Primavera. Podemos ver cómo desembarca Venus en una playa mediterránea (por el contexto y el paisaje, como por ejemplo, el naranjal. Se consideró que era la isla de Chipre pero no se ha podido aclarar). Se puede ver que hay una lluvia de flores (de rosas en este caso) acompañando la llegada de Venus y que es empujada por el soplo de los Dioses que la ayudan a llegar a la orilla allende del mar, porque en mitología Venus nacía de la espuma del mar.

Vamos con los personajes...



Venus. Está radiante, está preciosa, llena de vitalidad. Existe una armonía entre su cuerpo y su mirada. Boticcelli pretendió inmortalizar la encarnación del alma en un cuerpo humano. Venus está montada en la concha del peregrino y espera ser cubierta por la túnica roja que le ofrece Primavera, que en este caso la túnica simboliza el cuerpo material. En pocas palabras, el Nacimiento de Venus es una alegoría de nuestro propio nacimiento. Lo que ocurre es que en el Mito de Venus, ésta nace adulta, por lo que Boticceli la pintó como mujer adulta y no como un bebé sin pañales. A todo esto...¿quién es Venus? Venus es la Diosa del amor, de la risa, de la belleza, del matrimonio (cosa que no tengo yo muy clara, pero bueno), vamos, una de las más importantes diosas de la antigüedad. En la teología romana siempre se consideró a Venus como esencial para conseguir el equilibrio en la vida. Ella podía dar tanto la victoria militar, el éxito sexual, la fortuna o la prosperidad, de ahí su importancia.


En el Nacimiento de Venus, ésta solo cubre sus pechos o hace como que los cubre, pero con un movimiento natural de su mano, no se te antoja imposible imaginarla así, como involuntario, de igual forma cubre su zona genital.



La mirada de Venus.... ¿qué dice, qué evoca? Lo que me transmite es que es una mirada soñadora, tiene una mirada tímida, no mira hacia ningún lado en particular, como si su mente estuviera en otro sitio, como evocando el lejano lugar del que proviene. Es una mirada preciosa. 

Boticelli nos quería mostrar que no basta con reconocer cuán hermosa era la Diosa, que ella lo sabía, sino que, además, debíamos entender que su belleza era de otro mundo, donde la perfección era lo normal, lo natural, porque allí todo lo que la rodeaba era perfecto. 




Ahora vamos con Céfiro y Cloris. El viento del oeste es hijo de Aurora y su esposa, ninfa de la brisa. Una de las cosas que me llamaba la atención era la diferente tonalidad de su piel. Mientras que Cloris tiene una piel mucho más clara y satinada, más pálida, Céfiro tiene un color mucho más mediterráneo. ¿Por qué lo hizo Botticelli? Pues pretendía diferenciar dos tipos de viento, de diferente naturaleza y fortaleza, por eso los pintó como hombre y mujer. Tradicionalmente, el hombre se ha representado más moreno, como si estuviera bronceado por el Sol, mientras que la mujer siempre se ha pintado con la piel más lívida, como si se protegiera del Astro Rey. Así, Cloris aparece más suave, más delicada. Son los que soplan las flores... ¿Por qué son rosas? Porque según la mitología, la rosa fue creada al mismo tiempo que la diosa del amor, así pues, es por eso que la rosa es la flor del Amor, la que simboliza el amor, la pasión, la que tiene una fragancia exquisita, es por lo que si alguien quiere decirte alguna "burrada romántica", te regala rosas (¡Y qué feliz nos hace recibirlas!)




Más.... Primavera. Primavera es una de las Tres Gracias, eran las compañeras inseparables de Venus. Mira su vestido. está lleno de flores primaverales, Venus nació en Primavera, por lo que fue ella la encargada de vestir a la Diosa con su cuerpo mortal, simbolizado por la túnica roja.




Ahora....aléjate y míralo en su conjunto, con perspectiva ¿Ya? ¿Qué ves? No te centres en las 4 figuras humanas. ¿Qué se ve? La pintura está bañada de un resplandor dorado, que es el que muestra el mundo transformado por la belleza que le aporta Venus. Boticcelli utilizó colores suaves, claros, tonos pastel. La piel de Venus es de un color muy parecido al de las perlas, como si hasta que Primavera no le pusiera la túnica, no se convirtiera en humana y su piel se asemejara al mármol. 


Un último detalle. La parte izquierda del cuadro (a tu derecha) es más oscura porque Venus acaba de nacer pero tal vez su presencia consiga que desaparezcan todas las sombras.

Y un trocito de La Metamorfosis de Ovidio...



«Vienen la primavera y Venus,/ Y el chico de Venus, el heraldo alado, aparece primero,/ Y dura sobre las huellas de Céfiro la Madre Flora,/ Arpejando los caminos antes de ellos, llena todo/ De colores y olores excelentes.»

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