En este templo, la Iglesia de San Juan de Baños, situado en Baños de Cerrato (Palencia), descubrí a T., descubrí quién es él. Con este templo me mostró tanto, me enseñó tanto...me...maravilló.
Un templo visigótico, humilde en apariencia, en cuyo interior aún se oficia la liturgia, siendo el más antiguo de España que celebra el culto.
Si bien lo conocía (como tantos otros) por referencias académicas, confieso que verlo a través de sus ojos me iluminó y consiguió sanarme, al igual que en el siglo VII las aguas del manantial que brotan de ese mágico lugar sanaron a Recesvinto. Él fue y es mi Bálsamo de Fierabrás.
Desde entonces me ha enseñado otro templos, en todos y cada uno de ellos quiero perderme con él, pero éste, San Juan de Baños, fue la mágica entrada a él. Aquí traspasé el umbral que da acceso a su universo y solo puedo estar agradecida por ello.
Desde entonces, sigo en mi sitio. Brillando en el firmamento, para que en noches aciagas y oscuras, mi luz ilumine su sonrisa y mime su alma.
Nota: La reseña de este maravilloso templo queda pendiente para otro momento.
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