25 jun 2020

¿Qué seríamos si pudiésemos Ser?

Roman_tyka Krugliński

«Sé humildde, sé simple. Inclínate ante la grandeza de una flor, de una nube, de un insecto. No seas nada. No seas nadie. Sé literalmente una nada. Y cuando estés completamente vacío, el recipiente se puede llenar de todo lo que realmente eres. ¿Quién puede herir a un ego que ya está vacío?»

Nikos Karantzakis


24 jun 2020

Almas gemelas

Eva Besnyö



Mitades de una gota de rocío
con que el mar, al beberla,
en lo profundo de su seno frío
cuaja una sola perla;

átomos del perfume de la rosa
que el viento mece unido;
notas que vibra el arpa melodiosa
iguales en sonido;

estrellas dobles que en el alto cielo
una órbita describen;
almas gemelas que en el triste suelo
de un pensamiento viven;

esto sin duda son los que se quieren
su fe guardando entera,
y acaso pasarán cuando aquí mueran
a amarse en otra esfera.

Emilia Pardo Bazán

23 jun 2020

Lo que necesito saber de ti...

Representación de las Manos de Akhenaton y Nefertiti


« No me interesa saber quién eres, ni porqué estás aquí. Quiero saber si te puedes parar en el centro del fuego conmigo sin encogerte»

Kahlil Gibran


22 jun 2020

La intriga de un silencio...

Masao Yamamoto

« Tu silencio era un silencio fácil y sin viento, como el silencio de las nubes o de las plantas. Todo silencio es el reconocimiento de un misterio. Muchas cosas en ti parecían misteriosas.»

"Sonidos", Vladimir Nabokov


21 jun 2020

Encontrar a nuestro lector...

Akram El Saiegh


«Sé por experiencia que, en la vida, solo en contadísimas ocasiones encontramos a alguien a quien podamos transmitir nuestro estado de ánimo con exactitud, alguien con quien podamos comunicarnos a la perfección. Es casi todo un milagro, o una suerte inesperada, hallar a esa persona.»

Haruki Murakami

20 jun 2020

Indefinible

Fabián Recendez, "Y era usted, y era jueves, y era un sueño"


19 jun 2020

Nos ha dejado Carlos Ruiz Zafón

Gracias por tus letras. Ojalá tengas una eternidad plácida.


17 jun 2020

La necesidad de los Robadores de fuego




SEGUNDA CARTA (traducida por Ramón Buenaventura)
De Arthur Rimbaud a Paul Demeny
Charleville, 15 de mayo 1871
(fragmento) 


«El poeta es, pues, robador de fuego.

Lleva el peso de la humanidad, incluso de los animales; tendrá que conseguir que sus invenciones se sientan, se palpen, se escuchen; si lo que trae de allá abajo tiene forma, él da forma; si es informe, lo que da es informe. Hallar una lengua;

—Por lo demás, como toda palabra es idea, ¡vendrá el momento del lenguaje universal! Hay que ser académico, —más muerto que un fósil,— para completar un diccionario, sea del idioma que sea. ¡Hay gente débil que si se pusiera a pensar en la primera letra del alfabeto, acabaría muy pronto por sumirse en la locura!

Este lenguaje será del alma para el alma, resumiéndolo todo, perfumes, sonidos, colores, pensamiento que se aferra al pensamiento y tira de él. Si el poeta definiera qué cantidad de lo desconocido se despierta, en su época, dentro del alma universal, ¡daría algo más —la fórmula de su pensamiento,— la notación de su marcha hacia el Progreso! Enormidad que se convierte en norma, absorbida por todos, ¡el poeta sería en verdad un multiplicador de progreso! 

Este porvenir será materialista, ya lo ve usted; —Siempre llenos de Números y de Armonía, estos poemas habrán sido hechos para permanecer.— En el fondo, seguirá siendo, en parte, Poesía griega.

El arte eterno tendría sus cometidos, del mismo modo en que los poetas son ciudadanos. La poesía dejará de poner ritmo a la acción; irá por delante de ella.

¡Existirán tales poetas! Cuando se rompa la infinita servidumbre de la mujer, cuando viva por ella y para ella, cuando el hombre, —hasta ahora abominable,— le haya dado la remisión, ¡también ella será poeta! ¡La mujer hará sus hallazgos en lo desconocido! ¿Serán sus mundos de ideas distintos de los nuestros? —Descubrirá cosas extrañas, insondables, repulsivas, deliciosas; nosotros las recogeremos, las comprenderemos.

Mientras tanto, pidamos a los poetas lo nuevo, —ideas y formas. Todos los listos estarán dispuestos a creer que ellos han dado satisfacción a tal demanda.— ¡No es eso!»

Arthur Rimbaud


16 jun 2020

Re conocerse para desnudarse de nombres

Pascal Campion


Amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan las alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres.

"Piedra de sol" (fragmento), Octavio Paz


15 jun 2020

Devoradores de libros XVIII

Joseph Farquharson


“Aunque no he entendido nunca nada de este mundo (y, en cambio, no sé por qué, entiendo muy bien lo que estoy escribiendo en este prólogo), aunque no he entendido nunca por qué vivo ni tampoco por qué un día estaré muerto, aunque no he entendido nunca nada, yo he seguido adelante buscando y encontrando siempre en la literatura, y paradójicamente en el absurdo, el sentido del mundo.”

"... el poder de las palabras, aunque a veces digamos que no las queremos o que no nos sirven o que no las entendemos nada."


E. Vila-Matas en “Aunque no entendamos nada”


14 jun 2020

Muy poca cosa tienes

Tiger Seo


Déjalo todo. En la calle
hace una tarde tranquila.
Camina. Está la gente
para hacerte compañía.
No te resistas a ninguno
de los horizontes que te llaman.
Cuando regreses, todo será
más sensato y digno.
No habrás olvidado nada
—no es más libre el que olvida—,
pero tendrás las manos
llenas de luz fresquísima.

Miquel Martí i Pol

13 jun 2020

Utopía o Muerte III

Kelly Needleman


En todas las profecías
está escrita la destrucción del mundo.

Todas las profecías cuentan
que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores,
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.
Detrás de su apariencia cotidiana
Guardaban la ternura y el sol de medianoche.
Las madres los encontraban llorando
por un pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas
y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos
por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños,
atacados ferozmente por los portadores de profecías
habladoras
de catástrofes.
los llamaron ilusos, románticos, pensadores de
utopías
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso
es antigua
el corazón del hombre.
Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas
que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban
y los hacían correr y hablar.
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida
como también habia engendrado
a los que inventaron la manera
de apagar el sol.
Los portadores de sueños sobrevivieron a los
climas gélidos
pero en los climas cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias
torrenciales
Tuvieron algo que ver con esto,
La verdad es que como laboriosas hormiguitas
estos especímenes no dejaban de soñar y de construir
hermosos mundos,
mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se
llamaban compañeros,
que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban
en las muertes,
se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se
ayudaban en el
arte de querer y en la defensa de la felicidad.

Eran felices en su mundo de azúcar y de viento
de todas partes venían a impregnarse de su aliento
de sus claras miradas
hacia todas partes salían los que habían conocido
portando sueños
soñando con profecías nuevas
que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores
y de que el mundo no tendría que terminar en la
hecatombe.
Por el contrario, los científicos diseñarían
puentes, jardines, juguetes sorprendentes
para hacer más gozosa la felicidad del hombre.

Son peligrosos - imprimían las grandes
rotativas
Son peligrosos - decían los presidentes
en sus discursos
Son peligrosos - murmuraban los artífices de la guerra.

Hay que destruirlos - imprimían las grandes
rotativas
Hay que destruirlos - decían los presidentes en sus
discursos
Hay que destruirlos - murmuraban los artífices de la guerra.

Los portadores de sueños conocían su poder
por eso no se extrañaban
también sabían que la vida los había engendrado
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías
y por eso defendían su vida aun con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores.
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches
y días enteros
vigilando los pasajes y los caminos
buscando estos peligrosos cargamentos
que nunca lograban atrapar
porque el que no tiene ojos para soñar
no ve los sueños ni de día, ni de noche.
Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de
sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte;
por doquier hay paquetes con grandes lazos
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver
la semilla de estos sueños no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones
en amplios vestidos de maternidad
donde piesecitos soñadores alborotan los vientres
que los albergan.

Dicen que la tierra después de parirlos
desencadenó un cielo de arcoiris
y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto
sabemos que la vida los engendró
para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías.

Gioconda Belli


Nota: Las profecías insisten en destruir el mundo. Los Portadores de sueños creen (o creemos) en construir un mundo mejor. Debemos buscarnos y unirnos. La Humanidad merece un mundo mejor. 


12 jun 2020

Divagación

Jean Francois Jonvelle



Voy por tu piel desnuda
alcanzando tus manos que diluyen las horas,
acercando mis ojos a tus sueños,
dibujando tu frente, tu mirada,
súbitamente recobrándote.
Comienzo a oír tu voz ahora,
a algún país lejano perteneces,
dueño de alguna embarcación perdida,
así te siento....
Ahondo mi corazón en tu latido,
distante estás del mar soñado
Y a mi orilla te acoges dulcemente.

Cristina Maya

10 jun 2020

¿Sabremos suspirar si nos reconocemos?

Elena Shumilova


Andas por esos mundos como yo; no me digas
que no existes, existes, nos hemos de encontrar;
no nos conoceremos, disfrazados y torpes
por los caminos echaremos a andar.

No nos conoceremos, distantes uno de otro
sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos, el camino volviendo a desandar.

Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto... cuando ocurra, si ocurre,
¿sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?

Alfonsina Storni

9 jun 2020

Utopía o Muerte II

Fan Ho


«Utopía significa no rendirse a las cosas como son y luchar para que sean como deberían ser; utopía significa caminar a lo largo del río, remontar la corriente, dándole así sentido a la vida.»

Claudio Magris

8 jun 2020

Devoradores de libros XVII

Emile Claus

«Por mucho que recorramos el mundo detrás de la belleza, nunca la encontraremos si no la llevamos con nosotros» 

Louis Audoubert


7 jun 2020

Siempre la luna

Catrin Welz-Stein


Abre el libro de la tarde por la página
en que la luna, siempre la luna, aparece

entre dos nubes, moviéndose tan lentamente que parecía
que hubieran pasado horas antes de que llegaras a la página siguiente,

donde la luna, ya más brillante, tendiera un camino amenazador
que te apartará de lo conocido y te llevará

hacia esos lugares en los que ocurre lo que has deseado,
una sílaba solitaria puesta como una oración

al borde del sentido, esperando a que digas su nombre
una vez más cuando levantas la vista de la página

y cierras el libro, sintiendo todavía la emoción
de haber habitado en aquella luz, aquel repentino paraíso de sonido.


Mark Strand en "Hombre y camello"


6 jun 2020

Basílica de San Isidoro en León I


¿La has reconocido? ¿Sí? Ajá, la Basílica de San Isidoro en León. Es Románico y me encanta, aparte, claro, de ser una muestra universal del Románico castellano. Y también porque en ella se "ocultaron" ciertos tesoros simbólicos que vienen a confirmar el dicho "Si quieres ocultar algo, ponlo a la vista de todos"...



Comencemos nuestro paseo...

¿Nunca te has preguntado cómo pudo terminar San Isidoro, sevillano de adopción y cartagenero de nacimiento, por aquel entonces, con sus huesecitos en brazos del eterno descanso (o en brazos de Perséfone, quién sabe) en las frías tierras del reino de León? Pues por los reyes de turno, of course. Sancha y Fernando; ella, heredera al reino leonés por la muerte de su hermano Vermudo III; él, segundo hijo del rey de Navarra Sancho III el Mayor y leonés de adopción. 

San Isidoro de Sevilla, Esteban Murillo

Te cuento...

Donde hoy se alza este grandioso conjunto dicen que existió, ya en el siglo X, un monasterio para las mujeres de la familia real, institución bautizada como Infantado. Nada queda de esos edificios, que Almanzor se ocupó de arrasar en torno al 998. 

La reconstrucción del templo ”en barro y ladrillo”, dedicado a San Juan Bautista y a San Pelayo, que había iniciado su padre, fue la que heredó Sancha y su marido navarro Fernando. 

Miniatura que representa a Sancha de León y su marido, Fernando I de León


Hasta aquí todo normal, ¿no? Árabes se lo cargan y cristianos lo rehacen... ah, pero entonces...¿por qué ha resultado tan importante y qué pinta aquí San Isidoro?

Pues que el poder de las monarquías cristianas en la Península durante estos siglos estaba ligado a las reliquias. Restos de santos, bien corpóreos u objetos relacionados con su vida, eran tesoros indispensables para asegurar el prestigio de una iglesia o monasterio y, asociado a éstos, el de una familia real. Fernando y Sancha sintieron predilección por San Isidoro, uno de los santos más importantes de la Hispania visigoda: emparentado con la monarquía, no solo milagrero sino también sabio, escribió tratados que recopilaban el saber de su momento (como ‘Las Etimologías’, un gran compendio que conservó la cultura tardorromana). La llegada de sus reliquias a León responde, no obstante, a un golpe de suerte: guerreando en tierras de Sevilla, Fernando I deseaba los restos de Justa y Rufina. Pero un sueño del obispo que lo acompañaba, inspirado por el propio San Isidoro, le reveló la situación de su cuerpo (sospecho que todos sueñan menos yo, que he de conformarme con la parte biológica del sueño, Morfeo no me aprecia ni un poquito).


En el templo, el barro había sido sustituido por piedra, mientras el resplandor del oro y las gemas de algunos presentes reales alumbró la celebración. Ese día se donaron piezas tan conocidas como un cáliz de ágatas o el arca de plata donde se guardaron las reliquias, regalo de los propios reyes. El cáliz, formado por dos vasos de ágata unidos con oro, fue una donación de la infanta Urraca, hija de Fernando y Sancha. 


En lo que a arquitectura se refiere, la iglesia, de tres naves con tres ábsides y cuyo acceso debía realizarse desde un pórtico sur, reservaba un espacio a sus pies, en la zona occidental, para el Panteón de Reyes, recinto en el que Fernando y Sancha decidieron situar su enterramiento. 

Planta de la Basílica de San Isidoro de León

Su cubierta es hermosa como pocas: un conjunto de pinturas románicas que, por su calidad, se considera uno de los mejores del mundo. La artífice fue Urraca la Zamorana, hija mayor de ambos, famosa también por aparecer en el poema el Cantar de Mío Cid, donde ella aparece defendiendo las murallas de Zamora frente al Cid, que había tomado partido por su hermano Sancho. Muertos sus padres, ya a finales del siglo XI, mandó pintar un relato evangélico dividido en Infancia, Pasión y Resurrección de Cristo, cuyo simbolismo iba muy acorde con la vida ejemplar de Fernando y Sancha, representados en las propias pinturas. Los detalles de los frescos del Panteón de Reyes son una maravilla del Románico.

Panteón de los Reyes

¿Qué te parece? Pues la siguiente parada de nuestro paseo será... Los símbolos de San Isidoro de León.

5 jun 2020

Tus ojos



Tus ojos son la patria
del relámpago y de la lágrima,
silencio que habla,
tempestades sin viento,
mar sin olas, pájaros presos,
doradas fieras adormecidas,
topacios impíos como la verdad,
otoño en un claro del bosque
en donde la luz canta en el hombro
de un árbol y son pájaros todas las hojas,
playa que la mañana
encuentra constelada de ojos,
cesta de frutos de fuego,
mentira que alimenta,
espejos de este mundo,
puertas del más allá,
pulsación tranquila del mar a mediodía,
absoluto que parpadea, páramo.

Octavio Paz


4 jun 2020

A veces...la magia existe



«A veces dos almas son creadas juntas y enamoradas incluso antes de que nazcan.»

"Hermosos y malditos", Francis Scott Fitzgerald


3 jun 2020

Acogiendo el Universo

Natalia Robledo


Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semillas.

Vicente Huidobro en "Canto II"


2 jun 2020

Cuaderno de bitácora

Jorge B.F.


Querida Natalia, 

Ayer encontré entre los restos del naufragio, este lápiz y unas pocas hojas del cuaderno de bitácora. Por fortuna, solo están escritas por una cara. Las numeraré para no perderme y, sobre todo, para que no te pierdas tú. 

Anoche pasé un frío atroz. En esta latitud, la que sea, las noches son gélidas, aunque esta mañana hace un sol de justicia y apenas puedo protegerme bajo los árboles que hay cerca de la playa. No, aún no me atrevo a adentrarme en la selva. Pero me estoy quedando sin chocolate, el pan ya está mohoso y estoy dejando desnudas las palmeras, así que dentro de poco el hambre ganará la partida al miedo. 

Supongo que te habrán llegado ya noticias sobre lo sucedido. La tormenta nos atrapó en un instante y el barco se partió en dos como si fuera de papel. No sé cómo alcancé el bote salvavidas ni cómo las olas, tras unas horas interminables, me condujeron hasta aquí, inconsciente. Suerte de los escasos víveres que he encontrado en la orilla, y suerte de las lluvias que arrecian cada poco y que me proporcionan agua. 

¿Cómo y por qué he llegado a tener tanto, y cómo y por qué lo he perdido todo? 

Ahora me siento en el tronco de un árbol derribado por el viento y veo pasar las nubes y escucho el sonido de las hojas. Puedo trazar círculos concéntricos con mi índice en la arena, sin ningún otro afán. Camino arriba y abajo por la playa, sin alejarme en exceso de la cada vez más vacía caja de víveres, con las manos tras la espalda, dando vueltas a enigmas que dejé sin resolver antes de mi marcha, pensando en cómo solucionar todos aquellos asuntos que precisaban de mi atención, como si realmente fuera a regresar algún día.

Entonces, una ola de añoranza me arrastra mucho más ferozmente de lo que me arrastró hasta aquí la tormenta. Pienso entonces en el dibujo de tus manos que dejé inconcluso, en la suerte de pellizco indoloro que sentía en el estómago cada vez que cruzabas la puerta de mi estudio para posar, serenamente, mientras soportabas estoicamente mi cháchara. Salvo aquel dia que me dijiste "¿por qué no hablas menos y me besas más?" 

Creo que te he besado menos de lo que merecías. Que te he amado con torpeza. Pero nunca he besado ni he amado tanto. 

Se está acercando la noche, ya noto el frío en la planta de mis pies desnudos. Me hubiera gustado pensarte un poco más. Mañana rescataré el trozo de papel con la marca de carmín de tus labios, que un día dejaste distraídamente en mi baño. Lo guardo dentro de un pequeño agujero junto al lecho de hojas secas en el que intento dormir. Me volveré a sentar en el mismo tronco y pensaré en el día en el que pueda acabar el dibujo de tus manos. 

No me queda ya más papel. Solo espero hallar pronto una botella y una corriente certera. ¿Crees, amor mío, que tendré tanta suerte? 

Te quiere, 

Jorge


Jorge B.F.


1 jun 2020

¿También piensas que en la vida...

Cayetano de Arques-Buigas


...de las personas hay puntos de inflexión? 

Siempre he evitado enfrentarme a esa pregunta, aprovechando mi legendario temple para sortearla mientras salía indemne. Pero hace días que está ahí, incordiando, haciéndose notar y con la certeza de que no se irá hasta que no asuma que ha llegado el momento de encararla.

Con miedo y vértigo, sí, pero no lo suficiente como para no procurar argüir una contestación verosímil, he decidido que hoy toca, así pues...¡allá voy!

¿Conoces esa sensación que sobreviene cuando comienzas a ser honesto de verdad contigo mismo? Es como quitarte la coraza que te protegía de ti mismo, como esa muralla que ves y te preguntas si es para proteger del exterior o para impedir que salgas del interior. Pues en ello estoy ahora y es doloroso porque pensaba que me conocía "a fondo", todos mis recovecos, cuevas y simas...me equivocaba. Tantos años de disciplina espartana para topografiar y explorar mis más recónditos y oscuros anhelos, para controlar al monstruo al que todos temían y que debía mantener en una jaula. ¡Qué ilusa!

Hace algún tiempo que comencé a ver mi entorno con más claridad y tengo una disposición real y honesta a valorar mis compromisos, tanto los libremente adquiridos como los que he de adquirir para conmigo. Y duele porque mi punto de inflexión nace del sufrimiento que ocasiona la certeza de que había algo que no estaba completo, que no estaba cubierto, una sensación de que no era plena, no era feliz, que a mi existencia le fallaba o faltaba alguna pieza que convirtiera al puzzle de tropecientas mil piezas en un cuadro digno de algún maestro renacentista. 

Es complicado llegar a esa conclusión si todo lo que se ve desde fuera encaja con lo que los demás esperan de ti y de tu posición, si tu vida cumple con las expectativas que se tenían de ti respecto a familia y sociedad, incluso si tú tienes momentos felices dentro de esa vida, porque forma parte de ti, tu relación en el universo material que todos ven (con una pareja que te quiere), una familia a la que adoras (aunque no exista cosanguinidad), un trabajo que te gusta (casi siempre), unos amigos que están ahí...todo ello es bueno y satisfactorio si no fuera por...lo malo, esa molesta piececita que, aunque olvidada y durmiente, se despereza de vez en cuando para recordarte que está ahí y que no has encontrado su lugar. Todo eso me ronda desde hace algún tiempo.

Y heme aquí que llego a mi punto de inflexión...donde dudo de todo, pongo el marcador a cero y valoro desde la nada lo que me hace feliz, lo que forma parte intrínseca de mí, mi Yo atómico, mi Esencia inmutable. Fuera sufrimiento absurdo e innecesario por negar que no me sentía plena, fuera ideales mochila, fuera luchar por las metas de los demás... ¿Qué me hace feliz? ¿Por qué merece la pena luchar? ¿Quién me merece? ¿Cuál es mi Verdad? ¿Qué sería si pudiese Ser? Este es mi punto de inflexión. 

Me ha asombrado descubrir, desnuda de todo lo superfluo, que ahora me encuentro explorando, como en un retorno al vientre materno, a la fuente de la vida, a la Luz de la que emanamos, las respuestas a esas preguntas, cuestionando valores que daba por buenos o de obligado cumplimiento. Reconozco que no está siendo todo lo fácil que pudiera parecer, hay momentos de ansiedad, de desesperación (soy impaciente aunque lo disimulo bien), momentos de querer coger lo que quiero sin importarme el daño que pudieran sufrir los demás (pero los quiero lo suficiente como para anteponerlos -mis principios básicos han salido reforzados-), y momentos de dudas, muchas dudas que no me han tumbado porque en el fondo, en mi esencia atómica, sé que mi destino y el propósito vital para el que me crearon está ahí, esperándome. He descubierto también que mi integridad es ahora más fuerte, más capaz, con más coraje y más honesta con quien debe serlo, conmigo.

Esta es mi Verdad.